El PVA tiene diversos usos en la industria cosmética debido a sus propiedades de formación de películas, espesantes y biocompatibles. Como agente formador de películas en cuidado de la piel, el PVA crea barreras transpirables que retienen la humedad sin pegajosidad, ideales para mascarillas faciales y cremas hidratantes. En sprays de cabello, proporciona un agarre flexible, permitiendo un restyling fácil mientras resiste la humedad. El PVA actúa como un ligador de pigmentos en cosméticos decorativos, asegurando una distribución uniforme del color en bases y sombras de ojos, y como espesante en geles de ducha, ofreciendo control de viscosidad sin productos químicos agresivos. Su naturaleza no tóxica e hipoalergénica hace que el PVA sea adecuado para formulaciones para pieles sensibles, mientras que su claridad de película mejora el atractivo estético de los productos. Los hidrogeles a base de PVA en parches para los ojos entregan ingredientes activos dirigidos, aprovechando su capacidad de retención de agua.