El polivinil alcohol (PVA) es biodegradable bajo condiciones ambientales específicas. En entornos aeróbicos con comunidades microbianas activas, como los sistemas de lodos activados, el PVA puede degradarse en un 60-80% dentro de 28 días, dependiendo de su grado de hidrólisis y peso molecular. El PVA parcialmente hidrolizado (DH 87-89%) se biodegrada más rápidamente que las calidades completamente hidrolizadas (DH ≥98%) debido a una menor cristalinidad. La biodegradabilidad del PVA está certificada por normas como la OECD 301B, y se descompone en inofensivo CO₂ y agua. Sin embargo, en condiciones anaeróbicas (por ejemplo, vertederos), la degradación del PVA es más lenta. Su no toxicidad y biodegradabilidad hacen que el PVA sea ideal para empaques solubles en agua, mulch agrícola y aplicaciones médicas donde el impacto ambiental es una preocupación.