El PVA se produce mediante un proceso de dos pasos: polimerización y alcoholisis. Primero, el monómero de acetato de vinilo (VAM) sufre polimerización en emulsión o en solución. En la polimerización en emulsión, el VAM, el agua y los emulsionantes forman micelas donde los iniciadores como los persulfatos desencadenan la polimerización, produciendo partículas de látex de polivinil acetato (PVAc). La polimerización en solución utiliza disolventes orgánicos (por ejemplo, metanol) para disolver el VAM, formando PVAc en solución homogénea. A continuación, el PVAc sufre alcoholisis en metanol con hidróxido de sodio como catalizador, reemplazando los grupos acetato por hidroxilos para formar PVA. El grado de hidrólisis (DH) se controla por el tiempo de reacción y la cantidad de catalizador: un DH más alto (por ejemplo, 99%) produce PVA resistente al agua, mientras que un DH más bajo (por ejemplo, 88%) mejora la solubilidad en agua fría. El proceso termina con lavado, secado y molienda en polvos o granulados.