La emulsión de VAE y la emulsión de PVA satisfacen necesidades de aplicación distintas basadas en sus estructuras químicas. La emulsión de VAE, con comonomeros de etileno, ofrece mayor flexibilidad y resistencia al agua, lo que la hace ideal para aplicaciones en la construcción como recubrimientos exteriores y adhesivos para azulejos. Su baja temperatura de transición vítrea (Tg) permite que las películas resistan fluctuaciones de temperatura sin agrietarse. Por otro lado, la emulsión de PVA destaca por su solubilidad en agua y claridad de la película, siendo adecuada para envases solubles en agua, tamaños textiles y recubrimientos de papel. Por ejemplo, la emulsión de VAE en morteros de cemento mejora la resistencia a la flexión en un 20-30%, mientras que la emulsión de PVA en sobres de detergente se disuelve completamente en agua fría. La emulsión de VAE se adhiere mejor a los sustratos no polares, mientras que la emulsión de PVA forma vínculos más fuertes con materiales polares como el papel y la madera. En resumen, el VAE es adecuado para aplicaciones duraderas, al aire libre y flexibles, mientras que el PVA es preferido para aplicaciones solubles en agua, transparentes y para la unión de sustratos polares.