En textiles, el PVA sirve como agente de tamañado, protegiendo los hilos durante el tejido. Forma una película protectora alrededor de las fibras, reduciendo el rozamiento y la rotura en telares de alta velocidad. Para hilos de algodón y sintéticos, el tamañado con PVA aumenta la resistencia a la tracción en un 30-50%, mejorando la eficiencia del tejido. Después del tejido, el PVA se elimina lavándolo, dejando las telas suaves y transpirables. Las propiedades filmógenas del PVA lo hacen ideal para el tamañado de hilos en la producción de vaqueros y ropa. También actúa como un ligador en pastas de impresión de pigmentos, asegurando una distribución uniforme del color y una buena fijación al lavado. En telas no tejidas, las polvos de PVA unen las fibras, creando materiales duraderos para mascarillas médicas y toallitas. Además, los adhesivos a base de PVA laminan capas textiles en tapicería e interiores automotrices.