La emulsión VAE demuestra ventajas ambientales en diversas aplicaciones. En comparación con los adhesivos a base de disolventes, las emulsiones VAE a base de agua reducen las emisiones de COV en un 90%, alineándose con iniciativas de bajo carbono. En la construcción, los morteros modificados con VAE requieren menos cemento, disminuyendo las emisiones de CO2 en un 15-20%. Aunque el VAE por sí mismo no es biodegradable, su uso en productos de larga duración como recubrimientos exteriores reduce la frecuencia de reemplazo, minimizando el desperdicio de materiales. Algunas emulsiones VAE incorporan etileno de base biológica procedente de fuentes renovables, lo que reduce aún más las huellas de carbono. Además, las emulsiones VAE en adhesivos para embalajes solubles en agua permiten estructuras de cartón reciclables, apoyando los objetivos de una economía circular. Su nontoxicidad y mínima persistencia ambiental hacen que las emulsiones VAE sean una alternativa más ecológica que los polímeros tradicionales de base petrolera.