El alcohol polivinílico (PVA) está recibiendo cada vez más reconocimiento como una alternativa ecológica. El PVA tiene un bajo peso molecular y se clasifica como un polímero sintético que es soluble en agua y no tóxico, lo que lo convierte en un gran reemplazo para los plásticos, ya que también es capaz de biodegradarse de manera efectiva. El PVA tiene un amplio alcance que va desde la industria del embalaje hasta los textiles y la construcción. La creciente tendencia de sostenibilidad en todo el mundo asegura que el PVA sea la opción más atractiva para aquellos que desean reducir sus emisiones de carbono sin comprometer la calidad y el rendimiento al mismo tiempo.